¿Con que frecuencia se da éste trastorno?
El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es uno de los trastornos neuropsiquiátricos infanto-juveniles más comunes. Las cifras de prevalencia son variables en función del país, la población estudiada, el método de estudio y los criterios aplicados. No obstante, se estima que se encuentra entre el 5% y el 8% de los/as niños/as en edad escolar, y en torno al 4% en la edad adulta. Siendo más frecuente en el sexo masculino que en el femenino.
¿Cómo son las personas con TDAH?
No existen dos casos iguales de TDAH, ya que sus características individuales dependen de muchos factores, entre los que destacan el tipo de TDAH ante el que nos encontremos (inatento, hiperactivo-impulsivo, combinado), así como la presencia de otros trastornos o enfermedades asociadas (Comorbilidades), como pueden ser trastorno oposicionista desafiante, trastorno de conducta, trastorno de ansiedad, trastornos afectivos, alteraciones del sueño, tics y síndrome de Gilles de la Tourett, entre otros, ya que son pocos los casos en que se presenta un TDAH puro. No obstante, las caracteristicas esenciales del TDAH es un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad-impulsividad más frecuente y grave que el observado habitualmente en sujetos de un nivel de desarrollo similar. Esta variedad de tipos, sintomatologías y efectos, dificultan su identificación, diagnóstico y su misma caracterización general, a pesar de ser uno de los trastornos más estudiados.
¿Qué causa el TDAH?
Existe un amplio consenso de que se trata de un trastorno de origen neurobiológico (mal funcionamiento de ciertas regiones cerebrales, con un irregular funcionamiento de los neurotransmisores como la Dopamina, Noradrenalina, Serotonina), y con mucha probabilidad de transmisión genética. Este carácter hereditario se ha evidenciado al estudiar los antecedentes familiares de los niños con TDAH. Entre los factores no genéticos se habla de la influencia de factores de riesgo perinatales (tabaco, alcohol, drogas consumidas durante el embarazo, etc.); así como complicaciones en el momento del parto que dan lugar a lesiones cerebrales. Por otro lado, los estudios sobre factores socio-ambientales señalan que éstos no causan el TDAH, pero pueden contribuir en agravar los síntomas, así como a empeorar el pronóstico y evolución del TDAH, incrementando el riesgo de trastornos asociados.
¿Es el TDAH un trastorno nuevo?
No. Existen referencias históricas como la del médico griego Hipócrates (siglo V a.C). No obstante, la primera descripción científica sobre la existencia de niños con un síndrome clínico basado en inatención, hiperactividad e impulsividad es de 1902 y se debe al pediatra inglés George Still. Una de las primeras referencias en español se debe al pedagogo Augusto Vidal Parera (1907) en su “Compendio de Psiquiatría Infantil”. Sin embargo, hasta la década de los 60 no se incluyó este trastorno dentro de los materiales docentes de psiquiatría infantil y de adolescentes.
¿Qué es el TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad es un trastorno que se manifiesta desde la infancia y se caracteriza por la presencia de tres síntomas típicos: Déficit de Atención, Impulsividad e Hiperactividad. Para considerar que estamos en presencia de un TDAH, es necesario que estos síntomas se presenten con más frecuencia y gravedad que el observado habitualmente en los niños o adolescentes de igual edad, e interfiera la vida cotidiana en casa, en la escuela y en su entorno general. El TDAH se ubica en la clasificación de los trastornos mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría, en el apartado de trastornos por déficit de atención y comportamiento perturbador (DSM IV), así mismo, se encuentra recogido en la Clasificación Internacional de Enfermedades, décima edición (CIE-10), de la Organización Mundial de la Salud, en el apartado de trastorno hipercinético.